Ahora Efe busca periodistas

No es fácil de entender. Efe anuncia que va a regularizar la situación de los corresponsales. ¡Oh, sorpresa! Parece que incluso va a pagarles más... y, de pronto, se ve que no es oro todo lo que reluce y que fija unas tarifas unilateralmente. Y en esas estamos cuando abre una convocatoria pública para buscar periodistas, eso sí, que sean fotográfos y cámaras: hombres-mujeres-orquesta, periodistas totales, integrales o como queramos o podamos llamarlos.

Siempre Efe ha tenido cierto ocultismo con sus corresponsales, suponemos que por el régimen en que los mantiene, a pesar que son quienes soportan un elevado tanto por ciento del caudal informativo diario. Pues bien, ahora no tiene empacho en hacer una convocatoria pùblica para buscarlos en
su propia página de Internet.

Ojo, no tiene desperdicio: "La Agencia EFE busca para su Base de Datos de profesionales-autónomos-Trades, personas con capacidad de realizar coberturas informativas en formatos multisoporte en diferentes lugares de España, con posibilidad de integrarse en nuestra red de corresponsales o colaboradores".

Y pide licenciados con experiencia demostrabla, "buena capacidad de redacción",
carné de conducir, vehículo propio, "agilidad e iniciativa", agenda propia, "nivel alto de lenguas cooficiales" y "amplia disponibilidad". Casi nada.

Pero es que además hay que tener material propio: una cámara fotográfica réflex digital "preferible Nikon o Canon" con 10Mpixel como mínimo, programa de retoque fotográfico Photoshop CS, ordenador portátil, Windows XP o superior de 2MB de RAM,
grabadora digital de voz y cámara de vídeo recomendada Sony HDR-HC9.

¿Qué ofrece? "Relación mercantil conforme a condiciones publicado en la web. Contraprestación de los servicios profesionales competivo, según mercado".

La convocatoria viene a coincidir con condenas como ésta de Canarias, por trabajar para la agencia durante ocho años , o como de un fotógrafo de Madrid que protestó cuando le exigieron que debía realizar vídeos y no sólo fotos de un acto.

Dificultades y realidades

Son significativas las dificultades que tienen los medios de comunicación para determinar el número de asistentes a una manifestación. Dificultades que, en la mayoría de los casos, vienen impuestas por la línea editorial. Así, las cifras que reflejan las páginas de un periódico son acordes a la postura que defiende. La realidad de lo sucedido queda en un segundo plano. Y si encima hay opción de inducir al lector mediante técnicas subliminales, mejor que mejor.

Es lo que ocurrió al hilo de las protestas convocadas contra la reforma de la ley de interrupción del embarazo, aunque para ser más claros, estaban alentadas para rechazar el aborto. El caso es que ha habido medios locales que, ante la escasa presencia de manifestantes, han pretendido agrandar el seguimiento de las concentraciones uniéndolas a la que recorrió las calles de Madrid. Estamos hablando de Diario de Avila.

¿Alguien se imagina que un medio local ofrezca los lunes la cifra de fallecidos en las carreteras en toda España? Lo normal es referirse al territorio donde tiene presencia. Incluso en las grandes operaciones policiales prima el dato local o provincial antes que el nacional. En el caso del aborto no.

Se ha magnificado el dato nacional para tapar el escaso apoyo provincial. Para ello no sólo han utilizado los textos de agencia, sino que el diseño de las fotos utilizadas (de la protesta en Madrid y de la protesta local) se ha dirigido con evidentes síntomas de confundir. No ha sido difícil: situar una pequeña foto de la protesta local junto a una imagen del mismo tamaño de la protesta madrileña, más numerosa.

Una vez más, la línea editorial se ha impuesto a la realidad de lo ocurrido.