28 de febrero de 2009

No es buen momento para periodistas

La crisis pinta mal para todos, pero peor si cabe para la profesión periodística.

A los hechos nos remitimos con la pérdida de empleo. Cierto es que no a todos los grupos más grandes de la región les ha afectado aún directamente, aunque sí en forma de reducciones de colaboraciones o de trabajos. En otros medios también se dejan ver poco a poco los efectos de la crisis.

Y decimos que no a todos porque ya hemos mencionado el despido masivo de Televisión Castilla y León para crear una nueva empresa audiovisual. En todos los lugares se tratan de reducir costes. Un ejemplo son los semanarios, como Gente, que –igual que los gratuitos nacionales- han reducido ostensiblemente la publicidad, el papel y, por supuesto, el personal. Las manifestaciones testimoniales de periodistas de nada sirven.

Mientras que las asociaciones de la prensa de Castilla y León (se echa de menos algo más de implicación en defensa de los afectados) acuerdan convertirse en colegio profesional , las precarias condiciones afectan por igual a unos y a otros. Uno de los colectivos afectados han sido los corresponsales de la agencia EFE.

También se ha resentido El Norte de Castilla. Con varias delegaciones en marcha (Zamora, Palencia y Segovia, además de Valladolid), se embarcó hace varios años en la aventura de impulsar una edición para Castilla y León, que distribuía en el resto de provincias (Ávila, Burgos, León, Salamanca y Soria). En referencia al dicho popular, fue bonita mientras duró, porque ha dejado de hacerse, con el consiguiente perjuicio para los corresponsales de provincia, que han visto reducir el número de páginas que acompañan a las ediciones locales y, por tanto, las colaboraciones han experimentado un notable descenso.

Lamentablemente, no serán los únicos.