27 de enero de 2009

Por la boca muere el pez

Los profesionales de los medios audiovisuales ya conocen las consecuencias del concurso para la emisión en TDT convocado por la Junta de Castilla y León. El pronóstico de Juan Vicente Herrera sobre el mantenimiento del empleo está muy lejos de cumplirse.

Los responsables de las dos principales televisiones locales que operan en la Comunidad autónoma andan estos días desmantelando las infraestructuras que consideran innecesarias para arrancar el comienzo de las emisiones del Grupo Radio Televisión Castilla y León (radio también, si, aunque, que se sepa, no hay tal).

¿Alguien recuerda lo dicho por el presidente Herrera en la entrega de los últimos premios Cossío? Es difícil olvidar los argumentos que el jefe del Ejecutivo regional ponía sobre la mesa para justificar la convocatoria del concurso recientemente resuelto a favor de la empresa que han constituido Ulibarri y Méndez Pozo. Y es complicado olvidarlos porque, a poco que se conozca el sector, resultaban increíbles.

Citó entre los objetivos de la Junta para convocar el concurso (el tercer objetivo para más señas) algo que, meses después, suena casi a guasa y no hace reír porque detrás está afectado un buen número de personas. Significó Juan Vicente Herrera que el concurso de la TDT serviría para "garantizar a los profesionales de los medios su estabilidad y su garantía de futuro".

Veremos, aunque pocas esperanzas hay por otros muchos precedentes que se han producido en esta región, cuál es la reacción de las asociaciones de la prensa castellano y leonesas, esas que en teoría están para defender los intereses de los profesionales de los medios de comunicación, pero que en la práctica no se sabe muy bien para qué sirven (o a quién sirven, que es otro cantar).

Llama la atención también el silencio de los sindicatos, tan activos últimamente a raíz de las consecuencias que sobre el empleo puede tener el proceso de fusión de las cajas de ahorro. Ni una palabra han dicho sobre lo que se avecina con la fusión, esto sí es una fusión en toda regla, al menos en el producto final que observaremos a través de la pequeña pantalla, de Televisión Castilla y León y Canal 4.