12 de abril de 2009

Dificultades y realidades

Son significativas las dificultades que tienen los medios de comunicación para determinar el número de asistentes a una manifestación. Dificultades que, en la mayoría de los casos, vienen impuestas por la línea editorial. Así, las cifras que reflejan las páginas de un periódico son acordes a la postura que defiende. La realidad de lo sucedido queda en un segundo plano. Y si encima hay opción de inducir al lector mediante técnicas subliminales, mejor que mejor.

Es lo que ocurrió al hilo de las protestas convocadas contra la reforma de la ley de interrupción del embarazo, aunque para ser más claros, estaban alentadas para rechazar el aborto. El caso es que ha habido medios locales que, ante la escasa presencia de manifestantes, han pretendido agrandar el seguimiento de las concentraciones uniéndolas a la que recorrió las calles de Madrid. Estamos hablando de Diario de Avila.

¿Alguien se imagina que un medio local ofrezca los lunes la cifra de fallecidos en las carreteras en toda España? Lo normal es referirse al territorio donde tiene presencia. Incluso en las grandes operaciones policiales prima el dato local o provincial antes que el nacional. En el caso del aborto no.

Se ha magnificado el dato nacional para tapar el escaso apoyo provincial. Para ello no sólo han utilizado los textos de agencia, sino que el diseño de las fotos utilizadas (de la protesta en Madrid y de la protesta local) se ha dirigido con evidentes síntomas de confundir. No ha sido difícil: situar una pequeña foto de la protesta local junto a una imagen del mismo tamaño de la protesta madrileña, más numerosa.

Una vez más, la línea editorial se ha impuesto a la realidad de lo ocurrido.

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