3 de noviembre de 2009

¿Periodismo?

Las sospechas de que existe un alto grado de sintonía entre algunos medios de comunicación y el poder establecido no extrañan a casi nadie.

En algunas ocasiones, la afinidad que ambos manifiestan alcanza cotas muy difíciles de comprender por parte del ciudadano de a pie, aunque luego resulte complicado demostrarla. Sin embargo, si lo que es una mera sospecha se convierte en un hecho constatable, el nivel de asombro no puede ser mayor.

Hace pocos días ha aparecido una información que, ciertamente, hay que leerse más de una vez para poder creerla, pero al menos se ha conocido porque el asunto saltó a un pleno municipal. Al parecer, el portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ávila valoró una visita a esta ciudad del secretario general del PSOE de Castilla y León varias horas antes de que ésta se produjera, pues ese día tenía otros compromisos lejos de la ciudad amurallada. Según denuncia la oposición municipal, la grabación por parte de una televisión tiene todos los visos de haberse producido el día anterior.

Hasta el momento, que se sepa, nadie ha desmentido la denuncia, a pesar de su gravedad. De ser cierta, desde el punto de vista político, estaríamos ante un mal uso de los medios de comunicación, bastante frecuente por otro lado. Pero si se analiza desde una perspectiva más profesional, no es fácil calificar semejante disparate. No hay por donde cogerlo. Que un medio de comunicación se preste de este modo a intereses partidistas muy concreto es, para un periodista, algo más que censurable, pues echa por tierra el principio de imparcialidad que el público espera de la prensa.

Si un medio de comunicación, como parece ser el caso, no es capaz de garantizar el derecho a la información veraz recogido en la Constitución, apaga y vámonos.