25 de enero de 2009

RTV Castilla y León: nervios, tensión e incertidumbre

Puro formalismo. La adjudicación de la TDT a Radio Televisión Castilla y León, un empresa privada con nombre de compañía pública surgida por la necesidad de unir a dos rivales, por lo menos hasta hace unos días.

La adjudicación, un mero trámite burocrático, no ha atajado, sino todo lo contrario, los nervios, la tensión e incertidumbre que se apodera desde hace meses de los muchos trabajadores de Canal 4 Castilla y León, y de Televisión Castilla y León, que no conocen su futuro. Todo son rumores de “radio macuto” que animan o desaniman a los implicados.

Parece que ya se sabe que televisión se llevará el encargo de poner en marcha, en cada localidad, el nuevo canal, o al menos así lo aseguran. Como ejemplo Salamanca, donde Canal 4 casi ha cerrado porque será Televisión Castilla y León quien se quedará con la marca en la capital salmantina. Justo lo contrario que ocurrirá en otras provincias, como Segovia, donde todo apunta a que será Canal 4 la que se lleve el gato al agua en detrimento de Televisión Segovia, por cierto, germen de lo que hoy se conoce como Televisión Castilla y León.

A diferencia de lo que la Junta propuso en el pliego de condiciones sobre favorecer y consolidar el empleo del sector, muchos nos tememos que esta fusión deje a muchos trabajadores en el paro, coincidiendo con la crisis que azota a los medios de comunicación. Ahora, a esperar acontecimientos, cierres de televisiones y puesta en marcha de la nueva.

Por cierto, cuando salgan a concurso las TDT locales, ¿quién se presentará? (Recordamos que en este caso sólo concurrió, además de la adjudicataria, Kiss Media).